Una fragancia aterciopelada intensa y hechizante inspirada en la preciosa y cautivadora rosa de damasco. Llamada así por la dinastía Omeya, Rose Omeyyade habla de la grandeza de los palacios de Levante lujosamente decorados. Una rotunda oda a la sensualidad y el refinamiento que en su día fue plasmada en las pinturas orientalistas. Los acordes amaderados y ámbar marcan una creación única y elegante.